Asaja presagia que las plagas amenazan con mermar la producción del algodón

dújar. Las lluvias primaverales han aliviado la situación del campo de la zona, aunque no todos los cultivos han aceptado de las misma forma el agua, aunque la situación de la agricultura ha mejorado de una forma ostensible respecto a los últimos años.

El delegado local de la Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja, Miguel Girón, constata que el cultivo del algodón va a algo retrasado, respecto a otras campañas. «Le ha faltado algo de calor, y el algodón, que es un cultivo de verano, necesita mucho sol», precisa. Pese a que no hay este año problemas de agua, las lluvias provocaron que algunos algodones se tuvieran que resembrar, «no somos muy optimistas con el tema del algodón, porque no nos han dejado productos efectivos para atacar a las plagas, como la chinche, la elihotis o los gusanos», explica este dirigente agrario quien añade que los productos que se emplean para sulfatar son costosos.

Esto puede tener una gran incidencia en Andújar y su entorno, que son zonas algodoneras por excelencia. «Como no se opte por variedades transigencias -resistentes a estas plagas-, el algodón puede desaparecer de la provincia de Jaén y de Sevilla», alerta Girón, porque argumenta que la cosecha será de media a baja, tal y como augura el responsable en la zona de la Asociación de Jóvenes Agricultores. «Estos productos tan caros no matan a la plaga, tan solo se limitan a controlarla», especifica. Miguel Girón afirma que los productores de algodón van a tener poca rentabilidad. «Nos estamos encontrando sin armas para combatir estas plagas que están atacando desde el primer minuto al algodón», lamenta.

Miguel Girón incide en que el cultivo del algodón es muy social y en la Unión Europea, solo se cultiva en España y en Grecia. «Además no tiene alternativas», detalla. Esta tesitura se produce cuando se ha incrementado la dotación de riego respecto a los dos últimos años.

Olivar

El responsable de Asaja subraya, por otra parte, que la situación del olivar es bien distinta. «Todo lo que le viene mal al algodón, le viene bien al olivar», reseña Girón. Osea que, las lluvias y la llegada tardía del calor, le ha venido de perlas a este cultivo milenario, queen Andújar y en la comarca,se extiende por toda la zona de la campiña jienense. A diferencia del año pasado, no hizo tanto calor en la época de la floración. Además, el olivo quiere temperaturas muy suaves, que es lo que ha sucedido bien entrada la primavera y en los albores del verano. «Vamos a salir de la ruina de las últimas campañas por culpa de la sequía, y se nos avecina una cosecha buena, porque el olivar cuando se recupera, lo que quiere es echar ya la aceituna», incide Girón.

En Andújar, zona agrícola por excelencia, ya se han cogido los cereales y el trigo, cultivo este último que viven la amenaza de la subida de los precios por su escasez en las lonjas. Este año se ha percibido un descenso de la producción de girasol, por su escasa rentabilidad.

Ganadería

Otro sector que ha salido beneficiado de la lluvias ha sido el de la ganadería, por los enormes pastos para el ganado que generaron las copiosas precipitaciones primaverales. «Esto ha provocado que la alimentación para el ganado haya bajado bastante», remarca Girón, quien ahonda en el buen precio que ha alcanzado la carne de ternera.

Asaja está muy confiado en que el proyecto de la modernización de la Comunidad de Regantes del Rumblar se ejecute en el plazo más breve de tiempo. Miguel Girón avisa que las conducciones del agua se hallan ya en estado ruinoso y amenazan con dejar sin riego al entorno. Además, los constantes roturas de las conducciones provocan a diario unas pérdidas cuantiosas de agua, que Andalucía no se puede permitir de desechar por el déficit hídrico que padece.

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