Procesión de San Eufrasio, patrón de Andújar y de la Diócesis de Jaén. J. C. GONZÁLEZ
Andújar se queda huérfana de una intensa agenda festiva y cofrade prevista en mayo
OTRO VARAPALO PARA LA RESTAURACIÓN ·
Suspendida la elección a hermano mayor de la Cofradía Matriz y no se celebrarán las Cruces, San Eufrasio, San Isidro y la Divina Pastora
JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ
ANDÚJAR
Jueves, 30 de abril 2020, 12:20
Si en abril Andújar ha estado huérfana de la Semana Santa y su fiesta grande como es la Romería de la Virgen de la Cabeza, mayo se presentaba también con un elenco amplio y polifacético de actividades y cultos que el Covid -19 ha segado de lleno. Este mayo florido también enseñoreaba a la ciudad iliturgitana con una amalgama de sentir cofrade en ebullición que ha supuesto que un mes más el sector de la restauración se quede raquítico en otra fecha que se presentaba propicia.
Hoy jueves día 30 de abril iba ser la antesala con la elección del hermano mayor de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza por parte de los cofrades en la sacristía de la iglesia de San Miguel. Coincidía con el traslado de la imagen de la Virgen de la Cabeza de su ermita de la calle Ollerías a la parroquia de San Miguel para oficiar la novena. Se trataban de unos días señalados en el estamento romero en Andújar y con una repercusión fuera.
Antonio Barrios seguirá un año más de hermano mayor. El sábado día 9 de mayo tampoco se celebrará la solemne procesión por las calles de Andújar. Al igual que en romería, la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza proyectará por las redes sociales imágenes de la novena de otros años. Tampoco se va desarrollar la 'romería chica' prevista para el tercer fin de semana de mayo. La Cofradía Matriz ve «altamente improbable» que se desarrolle la fiesta de la Aparición en agosto, por el tema de que no se permitirán aglomeraciones. Ante las peticiones formuladas por devotos a nivel particular y de colectivos romeros de programar una bajada de la Virgen a la ciudad, desde el seno de la Matriz no niegan estar encantados con la iniciativa, pero vislumbran en el horizonte algunos contratiempos, como el anunciado rebrote de la pandemia en otoño, aparte de los permisos pertinentes que debe solicitar en el Obispado.
San Eufrasio
Además, en este mes de mayo aguardaban las fiestas en honor de San Eufrasio, patrón de Andújar y de la Diócesis de Jaén, con el pregón que iba a lanzar el médico forense Ángel Hernández Gil y una serie de cultos como el convite de banderas, el triduo, el homenaje a los mayores y la procesión del día 15 de mayo. En medio de las dos celebraciones de patrones de la ciudad y de la Diócesis de Jaén, se hubieran colado el adorno floral de las cruces de mayo y las procesiones de la chiquillería que suponen el relevo de las cofradías de Pasión en Andújar y las fiestas de San Isidro Labrador, en los poblados de colonización.
Las fiestas de la Divina Pastora, (previstas entre el 23 de mayo y el 1 de junio en la Plaza de Toros) también se han suspendido. Iban a mezclar las actividades socioculturales del colectivo vecinal y los actos solemnes y religiosos programados por el grupo parroquial Divina Pastora de Las Almas y Beato Fray Leopoldo.
Cada vez se incorporan nuevas familias a Cáritas
La festividad del Corpus Christi, que este año está prevista entre el 3 y el 21 de junio también corre el riesgo más que probable de la suspensión. El arcipreste de la ciudad, Pedro Montesinos, hizo una reflexión ayer a IDEAL de lo que está suponiendo la vida eclesial y caritativa en Andújar con la crisis del coronavirus. Indicó que varias personas están entregando donativos a Cáritas y los voluntarios disponen ya del visado de la diocesana para repartir alimentos en la calle «se están empezando a atender a familias nuevas, aparte de los usuarios que teníamos, porque hay trabajos que se han parado y familias se han quedado sin ingresos», advierte. La catequesis se está impartiendo vía telemática. Las comuniones están aplazadas y casi todas las bodas se están pasando ya al año que viene. Los párrocos dicen solos sus Misas.
Pedro Montesinos confiesa que se le destroza el alma con la soledad en la que estos días se despiden a los difuntos «que aparte del dolor de la marcha no pueden ser consolados ni por familiares y amigos y el duelo de la muerte es más duro de vivir», admite el arcipreste. Aún asím transmite un mensaje de esperanza y de ánimo. Como capellán en el hospital Alto Guadalquivir ha visto que sus profesionales «se vuelcan con cariño, entusiasmo, coordinación y disciplina ante los enfermos de Covid 19 que también están solos», describe Montesinos.
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