Adiós a 16 años de intensa vida espiritual y pastoral en Andújar

El obispo le nombró a mediados del mes de junio nuevo pastor de las iglesias de Nuestra Señora de Belén y San Roque y de San Juan de la Cruz, ambas en Jaén. Entre los meses de septiembre y octubre está previsto que haya tomado posesión. En sus sentimientos se mezclan la nostalgia, la añoranza y las nuevas expectativas por conocer las comunidades parroquiales a las que se le ha encomendado la nueva misión pastoral, que será distinta y donde espera servir, como lo ha hecho en Andújar

Su labor en Llanos del Sotillo, también como profesor y su cargo de capellán del Hospital Alto Guadalquivir le han permitido adentrarse con profundidad en el latir diario de la ciudad, con sus luces, sus sombras, sus potencialidades y sus miserias.

Los feligreses de la iglesia de Llanos del Sotillo ya le han tributado un entrañable homenaje, y desde las iglesias de San Miguel y Santa María, ya le han organizado una cena de despedida, y a la vez que de agradecimiento. Estos 16 años los califica el propio Pedro Montesinos de, «productivos e interesantes».

Montesinos reconoció a IDEAL que venía de una realidad muy distinta en la Sierra de Segura, Alcaudete y Alcalá la Real. En Andújar ya advirtió desde su llegada en 2007 que la religiosidad popular estaba muy marcada en la vida de la ciudad, «me zambullí de nuevo en esa realidad pastoral y en las parroquias de Santa María la Mayor y San Miguel y ha sido un tiempo de gozo, con mis aciertos y mis errores», comenta este sacerdote.

12 años de arcipreste

La fecha de 2011 fue muy importante para él, porque fue nombrado sacerdote de la parroquia de San Miguel y arcipreste de la ciudad, donde sustituyó en el cargo a Carmelo Zamora. Aparte, ya llevaba cuatro años como párroco de Santa María. «En este tiempo hemos ido caminando juntos, y he visto el crecimiento de la iglesia de Andújar, tanto en catequesis, liturgia, caridad y en cofradías», recalca.

Montesinos también destaca la amistad que ha entablado con muchas personas de varios ámbitos de la sociedad iliturgitana, que las llevará siempre en su corazón. Ha conocido a muchos sacerdotes y ha vivido en primera persona el mundo vocacional y la situación de dificultad y sufrimiento por la que han atravesado varias familias. «Ha sido un gozo estar ahí al lado como sacerdote y vivir en nombre del Señor las eucaristías y compartirlas con los cristianos de Andújar y administrar los sacramentos», resalta.

Capellán del Hospital

Pedro Montesinos reconoce que su labor como capellán en el Hospital Alto Guadalquivir le ha marcado profundamente. Incluso dejó de un lado a la enseñanza para dedicarse de lleno a los enfermos. «Conocer un hospital desde dentro, no es lo mismo que hacerlo desde fuera tanto a nivel sanitario, de personal y de los enfermos, porque ha sido mi otra parroquia». Vio en primera persona la impotencia de los sanitarios y el extremo dolor que provocó el virus en las familias.

Montesinos ha sido testigo en primera persona de dos bajadas de la Virgen de la Cabeza a a la ciudad, las de 2009 y 2022. La primera morada en Andújar siempre es la parroquia de Santa María la Mayor. Como párroco ha sido cómplice de la labor, inquietud y crecimiento de ocho cofradías de Pasión y de Gloria de la ciudad.

Como arcipreste ha estado muy implicado con la Cofradía Matriz. No sabía de la magnitud de la devoción y sobre todo le impactó la bajada de la Virgen en el otoño de 2022.