344 años de fidelidad y veneración por la salvación

Andújar ha cumplimentado este domingo con una de sus tradiciones históricas y religiosas más transcendentales con la procesión de la Inmaculada Concepción, en una jornadad radiante de sol y donde el gélido invierno ya penetró de lleno en su atmósfera tras un cálido otoño.

El desfile procesional se inició tras la eucaristía en el templo conventual de los Monjas Trinitarias presidida por el capellán de la cofradía, Juan Rubio Fernández, y que estuvo cantada por la comunidad de Monjas Trinitarias. Tras el final de la misa se formó el desfile procesional que recorrió las calles de la ciudad.

Las hermandades de Pasión y Gloria acompañaron a la cofradía de la Inmaculada y a la imagen, que estuvo escoltada un año más por la Corporación Municipal bajo mazas, encabezada por el alcalde, Francisco Carmona. También completaron el recorrido integrantes de la Guardia Civil. Las notas musicales la puso la siempre fiel a los actos de la ciudad, la Agrupación Musical Maestro Amador.

El cortejo procesional contó con un gran séquito de fieles y la gente se agolpó por las calles céntricas por donde discurrió el cortejo, hasta su regreso al convento de las Monjas Trinitarias a primeras horas de la tarde. Las campanas de lo templos repicaron alborozadas al paso de la imagen.

Vísperas

La festividad ha venido precedida de una solemne Vigía de la Inmaculada que ofició el pasado sábado por la noche en la capilla de las Monjas Trinitarias el arcipreste de la ciudad, Carlos Moreno. Las voces candorosas y melodiosas del coro de la parroquia de Santa María aportaron espiritualidad al acto, que estuvo coronado por la vigilia de la Adoración Nocturna y de integrantes de la Cofradía de la Inmaculada.

En los días previos se ha venido desarrollando la novena de la Inmaculada, y la visita de la Cofradía de la Inmaculada a la residencia San Juan de Dios, junto con el coro Aire Puro, que se encargaron de llevar la alegría a los mayores.

Historia

La devoción de Andújar con la Inmaculada Concepción tiene su origen en el milagro que libró a la ciudad del cólera morbo en el siglo XVII. Para entender la dimensión más pura de esta devoción en la ciudad, hay que remontarse al año 1679, cuando una monja de la Comunidad Trinitaria, la venerable madre Lucía Yáñez, vaticinó en una visión la epidemia de cólera morbo que asoló a muchas poblaciones. Mientras rogaba a María Santísima ante un cuadro de la Inmaculada, ésta le habló, -cuenta la leyenda- y le dijo el remedio para aplacar la epidemia. La Inmaculada le encomendó la reforma del estado eclesiástico, el destierro de las comedias y representaciones ilícitas y la celebración anual del día y fiestas de la Octava de la Purísima Concepción de María.

La madre Lucía le comunicó todo esto al regidor de la ciudad, Pedro Soldado, y puso en práctica los dos últimos puntos que eran competencia del Consistorio y se ligó a ellos por voto solemne. Esto sucedió en 1680, lo que supuso la instauración del voto a la Inmaculada Así se hizo y desde entonces el pueblo de Andújar la venera con fe y fervor.

La devoción popular por la Inmaculada Concepción ha ido aumentando con el paso de los años y en 1980 se produjo un hecho clave con motivo de la celebración del III Centenario del vaticinio de cólera por la madre Lucía Yáñez, porque supuso el germen de la formación de la cofradía de la Inmaculada que fructificó el día 6 de diciembre de 1982, cuando el obispado de Jaén aprobó los estatutos de la cofradía en las vísperas de su fiesta.