Queda libre el youtuber de Marmolejo a condición de que borre vídeos de armas

Al youtuber se le imputaron delitos de fabricación, depósito y tenencia de armas prohibidas y de guerra cuando en febrero el juez lo mandó a la cárcel tras un registro en su casa y a su taller por parte de la Policía Nacional. Inmediatamente se iniciaron las gestiones para cerrarle su canal, que tenía entonces 564 vídeos colgados, más de 600.000 suscriptores (este jueves tenía ya más 867.817) y más de cien millones de reproducciones de sus creaciones. Con cuatro hierros que se pueden conseguir en cualquier chatarrería o una ferretería hacía ante la cámara un futbolín, una bomba de agua, un cañizo, un avión de modelismo de juguete... Pero también pistolas, escopetas, trampas, explosivos, arcos y ballestas de gran potencia, cerbatanas y hasta un lanzallamas (tiene tutoriales para varios modelos). Todo de fabricación casera.

Pese a los requerimientos de la Justicia, el canal se ha mantenido abierto todos estos meses. De hecho, Alejandro C.M. ya fue detenido en 2013, lo que dio lugar a otra causa judicial que sigue abierta, pero que tampoco logró quitar de la circulación sus instrucciones sobre cómo fabricar armas caseras.

Hace varios meses el juez le puso una fianza y la condición de que borrase los vídeos para permitirle esperar en libertad a que se celebre un juicio contra él. Siempre alegó que no tenía medios para pagar la fianza, por lo que siguió entre rejas. Ahora se le ha excarcelado sin que tenga que depositar ni un euro, pero estará libre apenas diez días si no limpia de la red sus creaciones.

A Alejandro siempre le gustó el lado oscuro. Su canal se llama Drak Preppers. El término Drak es Drácula, que le fascina. Entre sus producciones hay una «ballesta caza vampiros» o una «estaca para vampiros y licántropos». Preppers, en inglés, se refiere a aquellas personas que son capaces de autoabastecerse y procurarse por sus medios cuanto se necesita para vivir. Tiene connotaciones apocalípticas. En su canal él se presenta simplemente como un «amante de la tecnología y manualidades en general».

La afición a las manualidades le viene de su padre, carpintero de profesión. En Marmolejo era conocido por hacer cocinas. Su hijo también se inició en el negocio. Junto a la casa de su madre está el taller que registraron los policías.