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Vamos al concepto

Vamos al concepto

 

ALFREDO YBARRA

Miércoles, 11 de mayo 2016, 09:14

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Las elecciones del pasado domingo en Andalucía han dejado sus secuelas en la ciudad. Obvio, claro, en valores generales de repercusión en cuanto a Andújar toca de votos otorgados a unos y a otros; bajada de unos y subida de otros. Pero también está otro aspecto, y es que algunos esperaban con una victoria del PP buscar nuevos horizontes en su carrera política, unas perspectivas ligadas a toda la maquinaria de cargos que mueve la Junta de Andalucía, por mucho que toque recortar: Creían que era un futuro merecido y justificado. Otros por otro lado, creían que se iban a cerrar muchas fuentes y estancias donde tocar ciertas aldabas o tener posibilidades ligadas a la logística de un partido ganador. Eso en las sedes a nivel colectivo o particular se ha manejado.

Ahora llegó el pueblo con su voto, torció las previsiones y cambió el panorama. Por eso digo que las elecciones han dejado una huella perceptible en Andújar. Y la necesidad de estudiar la dirección que el sentido del voto ha tomado, si es puntual o es una tendencia que se puede acentuar. Y ya, por otro lado, la ciudad va a lo suyo con sus procesiones y actos penitenciales que comienzan hoy, que hay publicaciones y foros que lo cuentan muy bien.

Mientras, sí me gustaría anotar la tertulia o charla del Foro Progresista que puntualmente se viene celebrando, como un paradigma, de algo que Andújar enarboló con cierta pujanza, ya en otro tiempo y que casi se me pierde en la memoria. Sí, la ciudad fue una significativa tribuna para la celebración de charlas y conferencias (y tertulias abiertas sin dirigismos), con debates incluidos, donde se respiró un buen tono de tolerancia, también un alto grado académico?docto, de diversa tendencia, que en el fondo repercutía en ciertas acciones, especialmente culturales, que se emprendían después.

Precisamente en la última sesión del Foro Progresista se habló de que daba la sensación de que se ha instaurado en la sociedad iliturgitana un sentimiento de pasotismo exacerbado. "Esto nos lleva a preocuparnos sólo de nuestros intereses particulares y olvidarnos del concepto de bien común". Y reflexionar en común, con vivencia y deseos de abrir perspectivas es fundamental para reconocernos. Y sin embargo parece que no queremos entenderlo. ¿Así cómo vamos a avanzar, cómo vamos a transformarnos leyendo los tiempos? ¿con ese dejarse llevar en la masa, sin un criterio propio, personal e iliturgitano, que vea más allá de la nadería?

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